« Home | Mi tito Neil » | Y el nombre de la estrella es Ajenjo » | Wilco. Agujeros en las canciones. » | Memética » | Los peces no quieren salir de la pecera » | Insomnio, chistes de Freud y reflexiones absurdas » | Munich » | Micah P. Hinson » | Nouveau venu qui cherches Rome en Rome » | Youtube killed the MTV star (1) »

Póstumo




Añoro la pasión con que vivía las cosas a los diecisiete años. Todo era importante y todo podía aprenderse. El mundo refulgía de significados esperando a ser descubiertos, la vida era bucear entre signos.

Recuerdo leer en una noche El Túnel de Sábato y acabar tan impactado que no había otro remedio más que empezar en ese mismo instante Sobre héroes y tumbas. Recuerdo dormirme de madrugada con el libro entre las manos.

Leer alrededor de trescientas veces seguidas Las personas del verbo de Gil de Biedma.

Destrozar literalmente una antología de Pessoa de tanto usarla.

Escuchar Led Zeppelin con una obsesión malsana. Una y otra vez los mismos discos, memorizar las letras, el orden de las canciones, los compositores de cada una, los instrumentos utilizados…

El mundo estaba en esas cosas y yo intentaba devorar el mundo.

Ahora los signos se han vuelto opacos. Luminosamente opacos.

Daría tantas cosas por recuperar esa pasión. Dejaría de escribir sólo por volver a encontrar un libro que me entusiasmase como me entusiasmaban entonces. Aceptaría no escuchar nunca más música nueva con la condición de encontrar un disco, solo uno, como los de entonces. Un disco en el que sea posible vivir el resto de mi vida.

Etiquetas: , ,

Se dice que no podemos vivir en el pasado y yo creo que se puede (y se debe) revivir el pasado, incluso buscarlo. Evidentemente, ciertas cosas no podemos vivirlas con la misma intensidad que entonces, pero sí con una intensidad diferente e igual de interesante. Pensar en cómo hacíamos las cosas y en cómo las hacemos ahora es constatar la evolución propia de la persona y eso (en determinados contextos, por supuesto) es maravilloso. Por otro lado, es preciso no dejarnos arrastrar; que siempre quede un atisbo infantil en nosotros, que nuestros ojos no dejen de brillar ante la novedoso... Se trata de hacer florecer la rosa, no de cantarla.

Vaya, últimamente me ha pasado lo mismo y la verdad es que no me ha gustado. Siento como las cosas son ahora en mi vida menos profundas y no es porque en verdad lo sean, sino porque no les presto la misma atención. Voy a intentar profundizar más en las cosas y en los demás. Voy a escuchar tropecientasmilmillonesdeveces el disco de cat power y a leer todosloslibrosquetengoolvidados.

Quizá el paso de los años no sea más que lo que tú dices, un cambio de perspectiva, pero creo que nuestra perspectiva de antes era más pura y honesta.

En fin, We can't see tomorrow with yesterday's eyes, canta Ryan Adams.

Hola Regi, hemos escrito los comentarios a la vez y no había leído el tuyo.

Eso es lo que me pasa a mí, me harto de los discos (o los libros o lo que sea) mucho más rápido que antes. Y no porque los discos de ahora sean más malos que los de antes, sino porque yo no soy capaz de apasionarme con ellos como lo hubiese hecho con, no sé, 16 años.

El disco de Cat Power es una maravilla.

Si lo dices, te creo. pero me parece casi imposible que deje de impactarte: "en todo caso, había un solo túnel, oscuro y solitario, el mío..."

Revivir el pasado nos ayuda a conocernos.

Hay discos que forman parte de nuestra vida. Os hará gracia pero el 'This is my truht, tell me yours' de los Manic Street Preachers era el disco con el que me 'afeitaba' en 3º de BUP.

Chicos, qué cierto es... Yo estoy de acuerdo con que todo esto es un cambio de perspectiva, la cuestión palpitante aquí es si ese nuevo punto de vista nuestro nos hace pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor, por intenso. Hemos perdido pureza, no tenemos una mirada limpia, la expectativa es mayor y la sorpresa proporcionalmente inversa. Sin embargo, algo queda de lo que fuimos... Sí, hay que cantar la rosa.

Publicar un comentario