Canciones 1
Visto el éxito que tuvo la canción de Dylan que colgué (¡seis descargas, guauh!), me he animado a subir otras canciones que me gustan. Algunas ya las conoceréis, la mayoría no son desconocidas en absoluto, lo importante es simplemente tener una excusa para escribir sobre ellas (y si consigo descubrir algo a alguien pues mucho mejor). Bueno, canciones para este fin de semana de diciembre:
WILCO. At least that’s what you said- Hell is chrome.
At least that's what you said
Hell is Chrome
Estas canciones son las dos primeras del increíble A ghost is born, el último trabajo de estudio de Wilco. Muchos fans de la primera etapa del grupo se sintieron decepcionados por el rumbo que parecían estar tomando en Summerteeth y Yankee Hotel Foxtrot, incorporando a su música, fuertemente anclada en la tradición norteamericana, elementos ruidistas (paso de escribir noise) y hasta electrónicos. Sin embargo en este último álbum saben aunar perfectamente estos dos aspectos de su música, poniendo la experimentación siempre al servicio de la canción y no al revés, aplicando al rock eso que dijo Picasso sobre la pintura de vanguardias: para ser un buen pintor cubista (o simplemente abstracto) hay que conocer a la perfección las técnicas de pintura figurativa más tradicionales. De este modo Wilco son el grupo perfecto para deconstruir la música tradicional americana, a la cual han dedicado gran parte de su carrera. At least that’s what you said comienza con la voz de Tweedy susurrando sobre un delicado rasgueo de guitarra y un piano, la letra describe a una pareja en un momento de crisis: él se sienta sobre la cama mientras ella llora, se pregunta si sería mejor marcharse y dejarla sola, etc. De repente una potente guitarra interrumpe la canción, la parte por la mitad, y entramos en una larga explosión instrumental, un torbellino de ruido y electricidad que nos remite a Sonic Youth, pero también a Neil Young. La letra queda inconclusa, no sabemos nada de lo que ocurre con esa pareja, pero la tormenta de guitarras nos hace pensar que otra tormenta ha estallado entre ellos dos, que lo que al principio era una crisis silenciosa se ha convertido en una explosión de rabia que desemboca en la ruptura. Y todo sin decir una palabra.
Hell is chrome, por su lado, es una balada en la que el mismo diablo toma la palabra y nos tienta cantando suavemente, casi a nuestro oído, “come with me.” Me gusta sobre todo el solo de guitarra final, que en unas pocas notas transmite un sentimiento de tristeza y soledad dolorosamente hermoso.
THE BLACK CROWES, Sometimes Salvation
Sometimes Salvation
Los Black Crowes son uno de mis grupos favoritos de los noventa y unos tipos a los que hay que revindicar. Denostados por la crítica por su carácter abiertamente retro y la supuesta falta de originalidad que esto conlleva (la misma crítica modernil que hoy adora a un remedo facilón de Television y la Velvet Underground como son los Strokes, puto País de las Tentaciones), yo los considero más bien unos justos herederos del rock de finales de los 60 y principios de los 70, con suficiente personalidad como para no caer en la simple copia. En sus dos primeros discos parecen los Rolling o los Faces, en los siguientes se acercan más al rock sureño tipo Allman Brothers y finalmente en Lions se convierten en unos Led Zeppelin de fin de siglo. Con tales referencias hay que perdonarles el que vistan como unos gipis asquerosos. Sometimes Salvation pertenece a su segundo disco y me encanta cómo la canción va creciendo en intensidad sobre una estructura de soul bastante sencilla gracias a la voz de Chris Robinson (a todos los que sostienen que Carlos Tarque es un buen cantante deberían obligarles a escuchar a Chris, para que vean de quien ha aprendido y comparen), que va desgañitándose cada vez más y más, hasta que justo después del solo de guitarra explota, su voz se desgarra completamente y ya no importa nada más que ese lamento obsesivo. Los pelos de punta.
BEATLES. Tomorrow never knows
Tomorrow never knows
Una de las mejores canciones psicodélicas de los Beatles. De ellos siempre me ha fascinado esa capacidad para sonar vanguardistas sin perder por ello el concepto de canción pop. Tomorrow never knows en concreto parece desafiar cualquier idea de armonía (ese prejuicio occidental, que decía Miles Davis), por momentos suena confusa, caótica, y sin embargo es tremendamente pegadiza en su sensación de trance. Hoy en día sigue sonando moderna, y más de un músico electrónico debería darle un repaso para ver lo que se hacía hace casi cuarenta años: ese ritmo de batería machacón que parece no terminar de arrancar, las guitarras simulando gaviotas, el solo reproducido al revés que da auténtica sensación de trance, la voz de Lennon cantando “como el Dalai Lama desde la cima de la montaña más alta”. En efecto, cada vez que la oigo me dan ganas de ponerme de pie sobre una silla, levantar los brazos, abrirlos mucho como queriendo abrazar a todo el mundo y gritar.
STEVE EARLE- CCKMP
CCKMP
Como su adorado Johny Cash, Steve Earle descendió a lo más bajo del infierno de la droga. Su adicción a la heroína le llevó a dar con sus huesos en la cárcel y a casi destruir su vida. A la salida publicó I feel Alright (1996) en busca de una redención personal. CCKMP es una canción lenta y grave, donde Steve canta sencillamente la verdad con unos versos que no esconden ningún artificio: Cocaine cannot kill my pain... heroine is the only thing (la cocaína no mata mi pena, la heroína es lo único). Canta con dolor y rabia, escupe la verdad desnuda del infierno en que estaba sumido.
WILCO. At least that’s what you said- Hell is chrome.
Estas canciones son las dos primeras del increíble A ghost is born, el último trabajo de estudio de Wilco. Muchos fans de la primera etapa del grupo se sintieron decepcionados por el rumbo que parecían estar tomando en Summerteeth y Yankee Hotel Foxtrot, incorporando a su música, fuertemente anclada en la tradición norteamericana, elementos ruidistas (paso de escribir noise) y hasta electrónicos. Sin embargo en este último álbum saben aunar perfectamente estos dos aspectos de su música, poniendo la experimentación siempre al servicio de la canción y no al revés, aplicando al rock eso que dijo Picasso sobre la pintura de vanguardias: para ser un buen pintor cubista (o simplemente abstracto) hay que conocer a la perfección las técnicas de pintura figurativa más tradicionales. De este modo Wilco son el grupo perfecto para deconstruir la música tradicional americana, a la cual han dedicado gran parte de su carrera. At least that’s what you said comienza con la voz de Tweedy susurrando sobre un delicado rasgueo de guitarra y un piano, la letra describe a una pareja en un momento de crisis: él se sienta sobre la cama mientras ella llora, se pregunta si sería mejor marcharse y dejarla sola, etc. De repente una potente guitarra interrumpe la canción, la parte por la mitad, y entramos en una larga explosión instrumental, un torbellino de ruido y electricidad que nos remite a Sonic Youth, pero también a Neil Young. La letra queda inconclusa, no sabemos nada de lo que ocurre con esa pareja, pero la tormenta de guitarras nos hace pensar que otra tormenta ha estallado entre ellos dos, que lo que al principio era una crisis silenciosa se ha convertido en una explosión de rabia que desemboca en la ruptura. Y todo sin decir una palabra.
Hell is chrome, por su lado, es una balada en la que el mismo diablo toma la palabra y nos tienta cantando suavemente, casi a nuestro oído, “come with me.” Me gusta sobre todo el solo de guitarra final, que en unas pocas notas transmite un sentimiento de tristeza y soledad dolorosamente hermoso.
THE BLACK CROWES, Sometimes Salvation
Los Black Crowes son uno de mis grupos favoritos de los noventa y unos tipos a los que hay que revindicar. Denostados por la crítica por su carácter abiertamente retro y la supuesta falta de originalidad que esto conlleva (la misma crítica modernil que hoy adora a un remedo facilón de Television y la Velvet Underground como son los Strokes, puto País de las Tentaciones), yo los considero más bien unos justos herederos del rock de finales de los 60 y principios de los 70, con suficiente personalidad como para no caer en la simple copia. En sus dos primeros discos parecen los Rolling o los Faces, en los siguientes se acercan más al rock sureño tipo Allman Brothers y finalmente en Lions se convierten en unos Led Zeppelin de fin de siglo. Con tales referencias hay que perdonarles el que vistan como unos gipis asquerosos. Sometimes Salvation pertenece a su segundo disco y me encanta cómo la canción va creciendo en intensidad sobre una estructura de soul bastante sencilla gracias a la voz de Chris Robinson (a todos los que sostienen que Carlos Tarque es un buen cantante deberían obligarles a escuchar a Chris, para que vean de quien ha aprendido y comparen), que va desgañitándose cada vez más y más, hasta que justo después del solo de guitarra explota, su voz se desgarra completamente y ya no importa nada más que ese lamento obsesivo. Los pelos de punta.
BEATLES. Tomorrow never knows
Una de las mejores canciones psicodélicas de los Beatles. De ellos siempre me ha fascinado esa capacidad para sonar vanguardistas sin perder por ello el concepto de canción pop. Tomorrow never knows en concreto parece desafiar cualquier idea de armonía (ese prejuicio occidental, que decía Miles Davis), por momentos suena confusa, caótica, y sin embargo es tremendamente pegadiza en su sensación de trance. Hoy en día sigue sonando moderna, y más de un músico electrónico debería darle un repaso para ver lo que se hacía hace casi cuarenta años: ese ritmo de batería machacón que parece no terminar de arrancar, las guitarras simulando gaviotas, el solo reproducido al revés que da auténtica sensación de trance, la voz de Lennon cantando “como el Dalai Lama desde la cima de la montaña más alta”. En efecto, cada vez que la oigo me dan ganas de ponerme de pie sobre una silla, levantar los brazos, abrirlos mucho como queriendo abrazar a todo el mundo y gritar.
STEVE EARLE- CCKMP
Como su adorado Johny Cash, Steve Earle descendió a lo más bajo del infierno de la droga. Su adicción a la heroína le llevó a dar con sus huesos en la cárcel y a casi destruir su vida. A la salida publicó I feel Alright (1996) en busca de una redención personal. CCKMP es una canción lenta y grave, donde Steve canta sencillamente la verdad con unos versos que no esconden ningún artificio: Cocaine cannot kill my pain... heroine is the only thing (la cocaína no mata mi pena, la heroína es lo único). Canta con dolor y rabia, escupe la verdad desnuda del infierno en que estaba sumido.
Etiquetas: beatles, black crowes, música, steve earle, wilco
la musica siempre hace volar mi espiritu
Posted by Anónimo | 20/12/05 16:10